Oceana afirma que el primero de los barcos balleneros islandeses zarpó ayer por la tarde y ha llegado a la zona de caza a mediodía de hoy

Oceana ha denunciado que el Gobierno islandés ha dejado de cumplir la moratoria de la caza comercial de ballenas, que se encuentra todavía en plena vigencia.

Press Release Date: agosto 20, 2013

Location: Madrid

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La organización internacional de conservación marina Oceana, ha denunciado que el Gobierno islandés ha hecho ya efectiva la decisión de  poner fin al cumplimiento de la moratoria en la caza comercial de ballenas establecida por la Comisión Ballenera Internacional (CBI) en 1985, que se encuentra todavía en plena vigencia. El primero de los barcos balleneros, que durante las últimas semanas estuvo siendo sometido a operaciones de puesta a punto, zarpó de su puerto base ayer por la tarde, y ha llegado a la zona de caza de ballenas al mediodía de hoy. El ministerio de Pesquerías islandés se ha autootorgado una cuota de 39 ballenas para la temporada 2006-2007. 

El objetivo de la flota ballenera islandesa es capturar 30 rorcuales aliblancos (ballenas minke) y 9 rorcuales comunes (ballenas de aleta). Esta última especie se encuentra clasificada como “amenazada” en la Lista Roja de La UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza).

Pero según Oceana,  esas no serán las únicas ballenas cazadas por  Islandia en esta temporada. Antes de su decisión de enfrentarse directamente a la moratoria, el Gobierno islandés ya había puesto en marcha un programa de “caza científica” de ballenas minke, bajo cuyo marco matará 29 animales más en esta temporada, añadiéndolos a los 161 ejemplares ya capturados desde 2003. Aprovechándose de este subterfugio legal, Islandia llevaba ya tres años desafiando la moratoria establecida por la CBI.

Según el biólogo marino Xavier Pastor, director para Europa de Oceana, “El gobierno islandés ha decidido ponerse ya descaradamente al servicio de la industria ballenera, violando la moratoria y patrocinando la caza comercial. Ya ni siquiera intenta utilizar pretexto de la “caza científica”.

El Ministerio de Pesca justifica el incumplimiento de la moratoria argumentando que ya hace años expresó su reserva a la misma, advirtiendo que si la Comisión Ballenera Internacional  no aprobaba rápidamente un nuevo procedimiento de gestión de los cetáceos (Revised Management Scheme) que permitiese poner fin a la moratoria y reiniciar la caza comercial, Islandia no se sentiría vinculada por la misma y tomaría sus propias decisiones unilateralmente. De hecho, el Comité Científico de la CBI, formado por  los especialistas internacionales en cetáceos, no ha avalado los argumentos de Islandia para reanudar la caza.

Las capturas de ballenas por la flota islandesa no se destinan apenas al consumo en su país, sino que se llevan a cabo básicamente para exportar su carne a Japón. Según muestra una encuesta Gallup citada por la organización IFAW, solamente un 1 % de los islandeses comen carne de ballena una vez a la semana, mientras que un 82 % no la comen jamás.

Desde el inicio de la moratoria hace 17 años, Islandia ha puesto en marcha una importante industria turística de “whale watching” (observación de cetáceos), que aporta al país unos ingresos superiores a los que le puede proporcionar la caza comercial, y que puede entrar en conflicto con esta.

En su intento de justificar el reinicio de la caza comercial de ballenas, el Gobierno islandés llega a afirmar que los cetáceos mueren sin sufrir, “sin siquiera darse cuenta de que están siendo cazados.”

Según el portavoz de Oceana, “el reinicio de la caza ballenera por parte de Islandia puede resultar un golpe demoledor para la Comisión Ballenera Internacional. Otros países pueden seguir su ejemplo y ello hará saltar por los aires la moratoria, impidiendo la recuperación de los grandes cetáceos y provocando la extinción de las especies más amenazadas”.