La Secretaría General de Pesca se niega a facilitar a Oceana la lista de barcos con licencia para cortar aletas de tiburón

Oceana anuncia acciones legales para garantizar la libertad de acceso a información imprescindible para su campaña para la conservación de los tiburones en Europa.

Press Release Date: agosto 21, 2013

Location: Madrid

Contact:

Marta Madina | email: mmadina@oceana.org | tel.: Marta Madina

En contraste, el Gobierno de Portugal ha facilitado a Oceana
toda la información solicitada sobre su flota.

Oceana, la organización internacional para la conservación marina, ha expresado su decepción por la negativa por parte del Secretario General de Pesca Marítima (SGPM) a suministrar la lista de barcos de pesca españoles a los que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha concedido licencias para llevar a cabo el cercenamiento de aletas de tiburones a bordo. Esta información nominal es necesaria para que Oceana pueda llevar a cabo las investigaciones destinadas a la conservación y restauración del medio ambiente marino.

Como parte de su campaña para la conservación de los tiburones en aguas europeas, el pasado mes de enero Oceana dirigió una carta al Secretario General de Pesca, Juan Carlos Martín Fragueiro, solicitando información sobre la pesquería de tiburón que realiza la flota pesquera española. Una carta similar fue remitida a otros países de la Unión Europea implicados en esta pesquería.  

En particular, Oceana solicitó la relación de embarcaciones de bandera española que tienen licencia para el cercenamiento de aletas de tiburones a bordo, datos que son imprescindibles para ampliar el conocimiento y mejorar la gestión de los tiburones en Europa, ya que la fuerte presión pesquera de las últimas décadas ha provocado un declive considerable en sus poblaciones. Según la UICN (Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza), un tercio de todas las especies de elasmobranquios (tiburones, rayas, peces sierras, etc.) presentes en aguas europeas están catalogadas como amenazadas de extinción y otro 20% se encuentra en riesgo inmediato de pasar a esta categoría. Sin embargo, según Reglamento (CE) Nº 1185/2003 sobre el cercenamiento de las aletas de los tiburones muertos a bordo de buques, esta actividad está permitida siempre y cuando los buques dispongan de un permiso de pesca especial otorgado por el Estado miembro. Oceana ya tiene conocimiento de que en el año 2005 España expidió un total 186 permisos para cortar aletas, pero lo que requiere de la Secretaría General de Pesca del Gobierno español son los nombres de los barcos a los que se han concedido estos permisos.

A pesar de que la información nominal pedida sea sobre una actividad presumiblemente legítima, la SGPM se niega a suministrar tales datos por considerar que esta información afecta a la confidencialidad de quienes la llevan a cabo. Oceana ha criticado esta negativa a proporcionar una información a la que cree tener derecho como fundación cuyo objetivo estatutario es la protección de intereses colectivos en temas de recursos marinos. Según esta organización, la actitud de la Secretaría de Pesca contrasta con las promesas de transparencia en la gestión pública del actual gobierno. Es más, los armadores a los que han sido concedidas las licencias se benefician de numerosos subsidios provenientes de dinero público recaudado de los impuestos de los ciudadanos, y estos tienen derecho a conocer las actividades que se llevan a cabo con los mismos.

Cabe resaltar que, frente a una solicitud similar, la Dirección General de Pescas y Agricultura del Gobierno de Portugal ha proporcionado sin ningún problema la lista completa de las embarcaciones con bandera de ese país que tienen licencias especiales para el cercenamiento de aleta de tiburón. Oceana ha remitido una carta de agradecimiento y felicitación a la administración portuguesa por la transparencia mostrada y por su voluntad de facilitar el trabajo que la organización está llevando a cabo. 

La organización conservacionista ha anunciado su intención de llevar a cabo todas las iniciativas legítimas que estén en su mano para obtener las informaciones solicitadas de la Secretaría General de Pesca del Gobierno español. Estos datos le resultan necesarios para poder llevar a cabo las investigaciones para determinar el nivel de presión al que realmente están sometidas las especies de tiburones objeto de capturas dirigidas o accidentales. Oceana llama la atención sobre la paradoja que representa que la Administración y el sector pesquero reclamen rigor a las organizaciones conservacionistas en sus afirmaciones, mientras al mismo tiempo les oculta los datos oficiales que facilitarían su trabajo.

Si no hay nada que ocultar ¿por qué no facilitar esta información que debería ser pública, incluso sin necesidad de reclamarla?, pregunta Xavier Pastor, Director de Oceana en Europa. Es lamentable que no podamos contar con la colaboración de la Secretaría General de Pesca Marítima en una tarea que se supone completa la de la Administración y que debería ser de interés para la misma”.