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abril 22, 2013

Un Día de la Tierra de color azul

© OCEANA / Juan Carlos Calvín

 

Arthur C. Clarke escribió una vez: “Qué inapropiado llamar a este planeta Tierra, cuando es claramente Océano”.  Y no iba desencaminado. ¿Sabíais que, en términos de volumen, el mar ocupa el 99% de la biosfera? Por ese motivo queremos celebrar el Día de la Tierra rindiendo homenaje a nuestros increíbles y misteriosos océanos.

Creemos que una de las razones por la que es tan difícil sensibilizar a la gente sobre la necesidad de proteger el océano es porque no ven lo que hay bajo la superficie. Allí existen bosques, praderas, montañas y valles, altos volcanes y suaves pendientes ocultos bajo las olas y, como sus homólogos terrestres, rebosantes de vida.

Lamentablemente, están pagando el peaje de años de mala gestión, pesca destructiva y contaminación. Desde el Báltico, donde la excesiva eutrofización (procedente de la industria y la agricultura) ha creado zonas muertas en las que no hay lugar para los seres vivos, al Ártico, donde los países compiten para extraer nuevos recursos, pasando por el Mediterráneo, donde el pez espada se pesca sin límites y el Atlántico, donde el 47% de los stocks sufren sobrepesca, estamos empujando a los mares y océanos al abismo.

Este año, el Día de la Tierra está dedicado al cambio climático, un fenómeno que también afecta a los océanos y por tanto a la fuente de alimento de miles de millones de personas en todo el mundo. Aunque las selvas tropicales suelen considerarse los pulmones del planeta, la verdad es que lo son los océanos. Estos absorben más de la cuarta parte del dióxido de carbono emitido a la atmósfera. Desgraciadamente, cuantos más gases de efecto invernadero se emiten, más se altera el equilibrio del océano, y ello conlleva más problemas, incluyendo acidificación del agua y blanqueamiento de corales, lo que conlleva efectos devastadores para muchos organismos.

Hay muchas maneras de reparar los daños que hemos provocado al planeta, pero para hacerlo debemos informarnos nosotros mismos y a nuestros representantes para tomar las decisiones adecuadas. Ese es nuestro compromiso en el Día de la Tierra: seguir trabajando todo lo que podamos para restablecer los océanos y que puedan proporcionar alimento, trabajo y recreo a las próximas generaciones.

¿Y tú, a qué te comprometes?