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mayo 24, 2007

Llegamos a Cerdeña

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© OCEANA / Carlos Suárez

 

Dejamos las costas de Córcega y las aguas tumultuosas francesas, para encontrar la paz del archipiélago de la Magdalena, en el norte de la isla de Cerdeña.

Si Córcega nos dejo una excelente impresión por la tranquilidad de las calles del Vieux Port de Bastia y las vistas espectaculares del litoral corso, Cerdeña presenta también un paisaje hermoso: Mucho relieve descubrimos también en esta parte del Mediterráneo. Montanas y acantilados que caen en el azul turquesa del mar, formando caletas y un contraste de colores precioso.

El archipiélago de la Magdalena es una reserva marina situada en el norte de la isla de Cerdeña, al sur de Córcega, en el lado sur del estrecho de Bonifaccio. Escogimos el Puerto de Caniggione como atraque, en el corazón de la reserva marina de la Magdalena, un puerto bastante atractivo y tranquilo. Parece que llegamos en el momento oportuno a esta región, antes de los flujos de turistas del verano, y gozamos de un clima muy agradable. El pueblo de Caniggione cuenta con todos los servicios básicos para la tripulación del Ranger, el supermercado, la lavandería y tal vez lo mas importante, un cyber café para conectarse a internet….Que difícil seria hoy vivir sin Internet ! Lo realizo cada vez que me alejo de casa y que quiero comunicar con los demás.

Después de las aventuras de las semanas pasadas en Francia, vamos a dedicarnos a bucear en esta reserva marina. En esta expedición, los buceadores son Jorge Candan, el cámara submarino submarino y su asistente y buceadora de apoyo, Maria Moyano y el fotógrafo submarino Carlos Suárez, con su asistente y coordinador de buceo, Thierry Lannoy.

Me toca organizar con un centro de buceo local las próximas inmersiones, que programamos con el Señor Marco Ferrazza del centro de buceo AREAMARE. Marco tiene amplio conocimiento de la región por haber buceado estas aguas durante los últimos 20 años: Será el guía ideal para descubrir y ayudarnos a documentar la Reserva marina de la Magdalena.

Hacemos dos inmersiones diario, en diferentes puntos del archipiélago, en bajos o en islas. La idea es cubrir las distintas topografías que se encuentra bajo el agua. Solemos empezar por la inmersión mas profunda. Bajamos a lo largo de las paredes y alrededor de 30 metros de profundidad encontramos la gorgonia roja en cantidad y en muy buena condición en comparación de otras zonas de Italia antes visitadas. El agua esta un poco fría, sobretodo al momento temido de cruzar la termoclina, que es el limite entre las capas frías y calientes, que se encuentra aquí alrededor de 14 metros. En este momento, recuerdo el buceo en las playas mexicanas y sus aguas calidas….seguramente, mi compañero Carlos Suárez se acuerda también con nostalgia de las aguas de sus queridas Islas Canarias.

Además de las gorgonias rojas y amarillas, encontramos paredes cubiertas de parazoanthus, un coral de color anaranjado muy llamativo y varias anémonas y esponjas.

Me impresiono la cantidad de nudibranquios que encontramos en los arrecifes de esta Reserva, sobretodo las denominadas Vaquita suiza, llamada asi por las manchas negras que cubren su cuerpo blanco. La Flabelina afinnis es otro nudibranquio, de unos 4 centímetros, que despliega sus elegantes colores.

Llegando a la zona menos profunda, encontramos varios meros de buen tamaño y un congrio impresionante en su cueva que vigilaban su territorio. El tamaño de estos animales demuestra que estos arrecifes están bien protegidos, y tuvimos la confirmación de esto en las siguientes inmersiones.

El azul intenso de las aguas de Cerdeña nos obsequio otra vez unas visiones esplendidas del Mar Mediterráneo y nos motiva aún más para dedicarnos a su conservación.